JERUSALEN
La policía israelí ha sido criticada por el tratamiento ofrecido a cientos de niños palestinos, algunos de ellos de nueve años, arrestados e interrogados, sospechosos de lanzar piedras en Jerusalén Este.
El pasado año, las investigaciones criminales fueron abiertas contra más de 1200 menores de edad palestinos en Jerusalén sospechosos de arrojar piedras a los soldados israelíes o a los pobladores judíos, de acuerdo a la información de las estadísticas policiales ofrecidas por la Asociación de Derechos Civiles en Israel. Ese es el doble de niños arrestados el pasado año en un territorio palestino mucho mayor en West Bank.
La mayor parte de los arrestos tuvieron lugar en el distrito de Silwan, cerca de la Vieja Ciudad de Jerusalem, donde 350 pobladores judíos habían establecido sus enclaves ilegales donde viven 50.000 residentes palestinos.
Al final del pasado mes, en un gesto de creciente de rechazo a los arrestos, una gran multidud en Silwan trató de impedir a la policía que arrestara a Adam Rishek, un niño de siete años acusado de arrojar piedras. Más tarde, sus padres denunciaron que el niño había sido golpeado por la policía.
Las tensiones entre los resitentes y pobladores han ido creciendo constantemente desde que la municipalidad de Jerusalén desveló un plan en febrero de este año para demoler docenas de casas palestinas en la vecindad de Bustan para expandir una parque arqueológico versado en la Biblia, dirigido por Elad, una organización judía.
El plan estaba en marcha después de la presión de USA sobre Benjamin Netanyatu, el primer ministro israelí.
Fakhri Abu Diab, un líder comunitario local palestino, alertaba de que los conflictos habituales entre la juventud de Silwan y los pobladores judíos de los asentamientos, denominada por algunos una «intifada de piedras», podría provocar un levantamiento palestino a gran escala.
«Nuestros hijos están siendo sacrificados para que se cumpla el objetivo de los pobladores de los asentamientos en detrimento de nuestra comunidad», dijo.