Bin Brother. El Gran Hermano espía tus basuras

El ayuntamiento de Madrid espía las basuras de los vecinos.

Cuando el Ayuntamiento detecta una mala separación de residuos, envía a los ciudadanos una carta en la que se les riñe. La labor de espionaje la realizan empleados del servicio de recogida de basuras.  

Abajo fotos de sus cubos y de sus bolsas de basura abiertas, acompañadas por una carta firmada por la responsable municipal de Medio Ambiente, Ana Botella, en la que, amablemente, se les recrimina lo mal que reciclan.

Esto es lo que se encontraron hace unos meses vecinos de la calle Prudencio Álvaro (Ciudad Lineal, Madrid) en su buzón.

 

 En la carta, escrita en primera persona, Ana Botella pide a los vecinos «su compromiso con la separación de residuos», y a continuación les da consejos para reciclar.

«Es una práctica aleatoria y no se registra el interior de las bolsas».

La labor de espionaje no la realizan agentes secretos, sino «empleados del servicio de recogida de basuras», según fuentes del Área de Gobierno de Medio Ambiente.

Esta práctica lleva haciéndose «desde 2005,  aleatoriamente y sin registrar en el interior de las bolsas».

Su único objetivo es, dicen, «concienciar sobre la importancia de separar bien los residuos», puntualizan. En la imagen la carta que recibieron unos vecinos. Hay fotos de una bolsa amarilla donde había cartón. «Próximamente se volverá a verificar el contenido», advierten.

A la derecha, la despedida de Botella, que sustituye a mano el «atentamente» por un «afectuosamente«.

¿Medidas para mejorar el reciclaje?

Es difícil de creer.

Es una clara medida de espionaje que resulta indignante especialmente porque no se ha debatido, no se ha informado a los vecinos ni ha habido un anuncio público de que esto se llevara a cabo.

En Inglaterra han ido un paso más allá y se han instalado cámaras espías en los contenedores de basura para chequear de una forma más efectiva lo que los residentes están tirando a su basura. Estas sofisticadas cámaras de circuito cerrado son capaces de leer y almacenar los números de matrícula de quien está usando el cubo, la frecuencia de uso y el contenido de lo que se deposita.

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Cámaras diminutas y muy discretas se están instalando también en cientos de miles de  basuras de Inglaterra; oficialmente son para mejorar la seguridad, pero admiten que también monitorizarán a quien deja las basuras en el cubo. Estos pequeños artilugios, instalados casi todos ellos por empresas alemanas, transmiten información sobre el contenido de las basuras a una base de datos central que guarda registros sobre los hábitos de basura de cada unidad familiar.  

Ya hay cerca de 500.000 contenedores en distritos de toda Inglaterra que han sido equipadas con esas cámaras y se planifica cubrir todas las áreas en los próximos dos años. Como en España, los contenedores están siendo vigilados sin el conocimiento previo de los residentes, en muchos casos, los ayuntamientos que ordenaron la instalación de los aparatos ni siquiera debatieron las propuestas públicamente. La razón que ofrecen oficialmente para la instalación de estas mini-cámaras, además de mejorar la eficiencia,  es resolver las disputas entre vecinos sobre la propiedad de los contenedores de basura.  

¿Suena ridículo?. Va más allá, es delirante…

Un parlamentario conservador Andrew Pelling ha comentado “se trata de mero espionaje a los contenedores de basura. No creo que ni siquiera en La Unión Soviética se hubieran atrevido a hacer una intrusión así en la vida privada del individuo. Es el Big Brother que se ha vuelto completamente loco”.

¡Ya hasta los políticos conservadores hablan de Gran Hermano! ¡Qué poco originales! Y desde luego que en la Unión Soviética se hubieran atrevido si las cámaras hubieran costado un poquito menos, claro. 

La tecnología es bastante compleja porque no se trata solo de la cámara en el contenedor sino de equipos instalados en los camiones de basura capaces de hacer lectura de la información recogida por las cámaras.  El precio del equipamiento para un solo camión de basura asciende a 15000 libras (aproximadamente 20.000 euros); teniendo en cuenta que hay cientos de miles de estos equipos por todo el país, no parece un proyecto justificable económicamente sólo para “resolver disputas entre vecinos”. Más bien suena inverosimil.

Claro que hay que pensar que tal vez estén pensando en cobrar tasas (al peso) según la cantidad de basura no-reciclable depositada, aunque ya se hayan pagado los impuestos municipales de recogida de basuras por otro lado.  De hecho el Ministro de Medio Ambiente de UK ya había apuntado a que “era hora de hacer pagar un monto extra a los que polucionan”.  

Aquí, que vamos en fila india por el mismo camino, cada vez a mayor velocidad, escucharemos mensajes similares muy pronto.

¿Por qué no cobrarnos impuestos por tirar la basura dos veces si nos cobran por trabajar (impuestos renta), por tener un negocio, por consumir (valor añadido), por tener beneficios, por tener una casa, por tener un coche (etc etc..) ,  y ahora ya nos cobrarán a los europeos 3 euros por semana para paliar el cambio climático (recién salido del «Horno» del «Soviet Supremo» de la UE).  

Cada vez somos más vulnerables a estas medidas que se aprueban de forma totalmente antidemocrática y la sorpresa para algunos, de que algo así esté ocurriendo, da paso a la indignación.

Estoy convencida de que en Madrid, gobernada por Esperanza Aguirre, a quien en 2004 la reina Isabel II del Reino Unido le concedió el título de Dama comandante del Imperio británico, ignoramos por qué clase de méritos a la Corona, se irá por el mismo camino que en Inglaterra. 

De momento, las cámaras espía no han llegado a España. De momento..

Cámaras diminutas como esta  de £10,000 se emplean para espiar a los residentes y cazarles depositando la basura el día que no les corresponde en  Weymouth, Dorset.